¡Hola
Guardianes!
Parece
mentira que ya haya pasado un mes. Nanowrimo concluyó el pasado 30 de noviembre
y he de decir que ha sido un mes de mucho, muchísimo, trabajo. Tanto, que ni me
acordé de programar esta entrada y por eso he tenido que modificar las primeras
líneas de esta entrada.
Vamos
pues a analizar cómo he terminado el Nanowrimo 2016.
Si la semana no avancé ni una sola
palabra y veía muy difícil llegar a mi objetivo personal de 10.000 palabras,
en la última semana volví a coger el ritmo.
Mi
media de esa semana fue de unas 384 palabras diarias, superando las
palabras que debía llevar el martes y recuperando parte de la ventaja que
llevaba al principio. Por lo que acababa cada día y, por lo tanto el Nanowrimo,
con un balance positivo de palabras. O lo que es lo mismo, superando el reto.
Al final, he acabado con 10.487 palabras escritas de las 10.000 que me propuse.
Puedo decir que he terminado el último capítulo de la tercera parte de la Saga,
y que únicamente me queda el epílogo, que no serán más de 900 palabras.
Así,
después de este corto y a la vez largo mes, el balance final de mi primer
Nanowrimo (siendo una Nanorebel), es que aunque he cumplido el objetivo
numérico, no ha sido así con el personal, que era acabar la novela. Eso sí, me
he quedado muy cerca y puedo asegurar que antes
de que finalice el año, Sizigia estará finalizada.
Muchísimas
gracias por seguir aquí. No os perdáis la próxima entrada, rescatamos un evento
navideño que solía tener buena acogida. ;)
¡Hasta
la próxima Guardianes!
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